La Queimada es una bebida alcohólica de la tradición gallega y propia de su gastronomía se le atribuyen facultades curativas y se afirma que tomadas tras la pronunciación del conjuro, funciona como protección contra maleficios, además de mantener a los espíritus y demás seres malvados alejados del que ha bebido.
Los orígenes de la bebida son desconocidos,
popularmente se le atribuyen orígenes celtas.
Pero según en 1972 el catedrático CARLOS ALFONSO DEL REAL del la Universidad de Santiago de Compostela, dijo que seria imposible ya que la destilación del Aguardiente en Galicia no puede ser anterior a la introducción del alambique (ya que es de origen Árabe).
A partir del siglo 12 o 13 ya en la Edad media, así mismo el azúcar de caña unos de los ingredientes fundamentales, tambien lo introdujeron los árabes en la península ibérica, la difusión de su equivalente de remolacha, conocida en algunos países como betabel, es muy posterior, correspondiendo a las guerras napoleónicas, esto llevó a atribuirle orígenes medievales a la bebida.
Por eso muchos lo relacionan que viene de origen Celta.
La Queimada es un ritual practicado por los hechiceros medievales, que llego a América a través de los curanderos portugueses instalados en Brasil.
El tratamiento se utiliza especialmente para la sanación de mal de ojo, alejando todo tipo de maleficios y daños hecho a una persona.
Para realizar la Queimada debe escoger un buen lugar al aire libre, y armar una fogata, colocando sobre ella un caldero de hierro, puede servir también uno de cobre, con el agua ardiente la ruda, (macho y hembra) y siete cucharada de miel, mientras se cocina este preparado se debe de decir la suplica de la Queimada (se puede leer, ya que es bastante extensa) para ahuyentar a los espíritus dañinos que lo invaden:
Culebras, lechuzas, sapos y brujas.
Demonios, duendes y gigantes.
Espíritus de la nevadas planicies.
Cuervos de las oscuras tinieblas.
Hechizos de las malas hechiceras.
Perdidas mujeres sin destino, que se quemarán
en la hoguera con larvas y desechos.
fuego de la santas campiñas, mal de ojo y
negros maleficios.
Olor a muerto
Oh...! truenos y rayos.
Aullido de perros, discurso de espanto;
hocico de sátiro y pie de conejo.
Pecadora lengua de mala mujer casada
con un hombre viejo.
Infierno de satanás y Belcebú .
Fuego de cadáveres ardientes.
Cuerpos mutilados de indecentes.
Gritos del mar enfurecido.
Vientre inútil de mujer soltera.
Maullar de gatos por las cornisas.
Balar de ovejas por las praderas.
Con esta antorcha alzaré las llamas de este fuego
que se asemejan a las llamas del infierno y buirán
las brujas montadas en escobas, yéndose a bañar
a la playa de las arenas gruesas.
¡Escuchen!.. ¡Escuchen!. Los rugidos que dan
los que no pueden dejar de quemarse, en el Agua ardiente,
quedando así purificados!..
Y cuando este Brebaje baje por nuestras gargantas,
quedaremos libres de los males de nuestra alma y de
todo embrujamiento.
Fuerzas del Aire, la tierra, el mar, el fuego, son a ustedes
que hacemos este pedido; si en verdad tienen mas poder
que la humana gente, aquí y ahora espanten a los espíritus
de nuestros amigos poseídos, participando con
nosotros en esta Queimada.
Al finalizar esta súplica, espere a que el agua ardiente rompa el hervor, en este momento retire el caldero del fuego, tenga cuidado de no quemarse, deje pasar algunos minutos hasta que el brebaje se aquiete, y sacando un poco del liquido con el cucharon, beba un sorbo, luego apartándose prudentemente de la fogata arroje a las llamas el preparado que haya quedado en el caldero para así quedar libre de todo mal.
Este es alguno de los varios rituales de la Queimada, investigue otros, tanto en especias al aguardiente, como la forma en hacerlo, y sobre todo con otro tipo de conjuro, solo cambian algunas palabras.
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